Insatisfacción:
Lo tienes todo: dinero, fama, lujo, joyas valiosas, amigos,... pero estás nervioso o nerviosa, con todo el imperio que te rodea. Todavía no estás satisfecho, todavía quieres más, quieres más sin límites, no te importa a costa de quién o de qué, pero en cuanto más tienes, más quieres; te estás convirtiendo en una máquina que no razona nada más que ante el poder, ante lo material, ante lo vano, ante lo que no llena y lo que no vale para nada más que para volverte loca, avariciosa, egoísta, más pelele y más digna de lástima.
Si por tu inteligencia llegas a ser algo en la vida, alguna persona importante, desarrolla tu puesto con amor, trata de comprender a los demás, no te pongas nervioso ni nerviosa, habla con tus trabajadores al menos una vez a la semana, sé amable con ellos, escúchalos porque si ellos están contentos contigo, si ven que los miras como personas, te rendirán más en el trabajo, te querrán más y a la vez yo te ayudaré si así lo haces. Porque al final, quien tiene la palabra y puede ayudarte y darte el tesoro más grande del mundo soy Yo y ese tesoro es la Paz, la Paz que no se paga con dinero. En este tesoro no hay nada de valor material, sólo el valor de las buenas obras, el gesto cariñoso de un ser humano a otro, del calor de una sonrisa a otra, las ganas de ayudar siempre al que tienes al lado, porque piensa que yo para eso te he creado, para que te sientas viva y sólo se puede sentir una persona viva si cumple con mis leyes, de lo contrario sólo serás una sombra sin rumbo fijo y con un alma completamente vacía y sin valores, o sea, un alma en pena. No pierdas nunca tu humanidad. Sé persona antes que nada, valórate tú misma con la libertad que yo, Dios, te ofrezco para que obres bien, sin límites.
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