Palabras de bienvenida

¡Hola! Mi nombre es Paquita Garrido y vivo en un pueblo maravilloso del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, concretamente en Villanueva del Arzobispo (Jaén-España). Quiero compartir a través de este blog una serie de experiencias, inquietudes que he vivido a lo largo de mi vida. Son temas muy variados que iré publicando poco a poco. Espero que te gusten tanto como a mí.

Recibe un cordial saludo, Paquita

sábado, 9 de abril de 2011

Vivir para los demás (1ª parte)


Vivir para los demás (1ª parte):
Sé siempre atenta o atento con los demás. Piensa que con una sonrisa se pueden salvar miles de batallas. Tienes la obligación de ser amable y considerado con todo el mundo. Tienes que ver siempre en el otro el puro reflejo de ti mismo. Acepta a las personas que todo el mundo rechaza. Busca siempre que puedas un rato de lugar y visita siempre a las enfermas. Dales palabras de ánimo y cuando hagas visitas, siempre te darás cuenta que hay cosas peores que las tuyas. 
Jamás pienses en el suicidio, por muy mal que te veas. Dios te garantiza que de todos los problemas, por muy difíciles que sean, se sale victorioso. Yo te animo para que seas valiente y tengas confianza. No permitas nunca que tus problemas te hundan, que sepas que sólo te servirán para abrirte los ojos a lo que verdaderamente es la realidad de la vida. 
Que te enseñen  a luchar; tienes que aprender a ser un buen guerrero y de ahí sólo puede salir una persona valiente y preparada. Lucha siempre por lo que creas que merece la pena. Lucha hasta el final y si no lo consigues, no te preocupes demasiado: no sería lo mejor para ti. 
Nunca pienses, por muchas cosas que te pasen, que eres el más desgraciado. Todo lo que te pasa sólo es la vida y que no se puede dejar de luchar mientras vivas. Pero siempre sintiéndote feliz, porque tú tienes que procurar ser siempre feliz y todo lo conseguirás aceptando todos los inconvenientes, porque en realidad tendrán la importancia que tú les quieras dar. Atrévete, empieza ya. No dejes pasar ni un solo instante; ponte en marcha, tienes mucho que dar. Piensa que todo tu ser es alegría, eres una luz que tiene que resplandecer; que donde tú estés contagies de alegría a todo el que se encuentre a tu lado; que seas la luz de tu hogar; haz feliz a los tuyos. Conserva el amor de tu esposa; haz que crezca cada día. Que la convivencia entre vosotros sea buena hasta el final de vuestros días; es muy fácil llegar a conservar este tesoro tan grande. No tienes que hacer nada de esfuerzo; no te va a costar trabajo, porque como tú eres luz, amor, comprensión y verdad, todo eso dará fruto en las personas con las que te relaciones, que seas un modelo de ayuda para los demás. No tengas nunca un gesto insolidario como estos: 
  “Tuve hambre y gastaste miles de euros en caprichos. 
Te invité a casa y me recordaste que estabas muy ocupado. Tuve hambre y me respondiste “que Dios te ampare”. 
Estaba sediento y me contestaste que necesitabas todo el vaso de agua para ti. 
    No tenía camisa de repuesto y te vi tirar ropa nueva que no usabas.
Estuve enfermo y te dio miedo un posible contagio. 
Me caí de la bicicleta y no me socorriste porque ibas con mucha prisa”.
Paquita

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