Sobre el Amor (Tercera parte).-

Las humillaciones que tengas las sobrellevaré por ti para que puedas soportarlas. 

“Venid a mí todos los que tenéis sed. Yo te saciaré y  te llenaré. Tienes sed de amor. Te amo más de lo que puedas imaginarte, hasta el punto de morir en la Cruz por ti. Tengo sed de ti. Sí, esa es la única manera en que apenas puedo empezar a describir mi amor. Tengo sed de ti, tengo sed de amarte y de que tú me ames. Ven a mí y llenaré tu corazón y sanaré tus heridas. Te haré una nueva criatura y te daré la paz, aun en tus pruebas, nunca debes de dudar de mi misericordia, de mi deseo de perdonarte, de mi anhelo por bendecirte y vivir mi  vida en ti y  de que te acepto sin importar lo que hayas hecho . Tengo sed de ti, si te sientes de poco valor a los ojos del mundo, no importa, no hay nadie que importa más en el  mundo que tú, tengo sed de ti; ábrete a mi, ven a mí, ten sed de mí  Dame tu vida”

(escrito de Teresa de Calcuta).

¡Qué leyenda más linda! Esto sólo lo puede escribir una persona que tenga una gran fe como la tenia ella. Tú puedes saber hasta dónde puede llegar el nivel de una fe verdadera: Cuando reconozcas que el oro es bonito, pero puedes pasar sin él; que las pieles, las piedras preciosas, los coches lujosos, las grandes mansiones, el lujo y nivel del vida alto de otras personas no te da envidia de nada de esto, cuando tú te conformas con la vida que llevas, con la responsabilidad de tu trabajo, con la salud que tienes, porque la salud es el mejor tesoro. Cuando te das cuenta de que quieres ayudar a quien más lo necesite, y con eso te encuentres feliz. Cuando defiendas a Dios y su palabra, cuando la muerte no te parezca fea, sino una liberación porque estás segura de que la vida no termina, se transforma, cuando nazca de tu corazón sólo dar buenos consejos y trates al prójimo como a ti mismo, entonces, puedes vivir plenamente feliz y te puedes considerar la persona más rica del universo, porque no olvides nunca que no es más rico el que más tiene, y  que vive mejor el que nada le falta que el que todo lo sobra. No creas que esto es difícil de conseguir; sólo con que creas fervientemente en Dios, y en tus peticiones le pidas siempre que aumente tu fe y que confíes en El y sigas a veces oscuro, porque  sepas y tengas confianza de que siempre hay al final una gran luz que no se apaga nunca mientras el mundo exista. 


Recibe un abrazo de tu amiga Paquita...