Sobre la enfermedad y la muerte:
Te voy a dar un consejo: Si alguna vez estás al lado de algún enfermo que te han dicho que está en coma, ten mucho cuidado con las conversaciones que se puedan tener estando cerca; que sepas que nunca se pierde el oído y si oye decir “es muy malo lo que estás,…”, “el médico ha dicho ha dicho tal y cual,…”, sufriría un montón, es más, sería criminal; lo único que habría que hacer es la persona que esté al cuidado es hablarle con mucho cariño, que sepas que personas en estado de gravedad a fuerza de darle mucho amor y hablarles mucho han vuelto a la vida y es que siempre a donde se siembra amor, brota vida.
Otra cosa importante que tienes que saber son las flores en el cementerio. Llévalas cuando te apetezca, pero es más importante decirle a nuestros difuntos misas, siempre que se pueda, los dineros de las flores en misas. Ten en cuenta que en las tumbas sólo hay materia podrida, ya que las almas que, como he dicho antes, están vivas. Nuestros familiares y amigos agradecen más las misas.
Preocúpate de ti mismo porque hasta que te mueras no sabes lo que te quede que pasar. Llorarles mucho no es bueno. Verdaderamente hay un montón de veces que los notamos muy cerquita de nosotros, sobre todo, si estamos en el campo, en una montaña alta cuando nos da el aire en la cara, dan ganas hasta de hablarles porque seguro que están en contacto con la naturaleza porque son libres como el aire, ese aire que apenas le hacemos caso, pero que es tan bonito, tan bueno de respirarlo y tan necesario para todo. Cuando corra aire; párate, cierra los ojos y deja que te acaricie la cara en ese momento. Respira fuerte y verás qué sensación estupenda experimentarás en todo tu ser. Es una pena que lo tengamos tan cerca de nosotros y no lo sepamos apreciar. Qué pena que le hacemos caso a otras cosas y perdamos tiempo tontamente. Pues como dijo un pensador, cada instante que pasa es una gota de vida que nunca volverá a caer. ¡Cuánta razón contiene esta frase!.
Los demás, por este motivo debemos de ser catequistas y si nuestros hijos lo ven en nosotros, lo más probable es que ellos también lo sean y no dudes de que el tiempo que le dediques a esto es uno de los momentos de tu vida mejor aprovechado.
Paquita
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