Sobre el miedo (1ª parte):
El miedo es la poca confianza en Dios. Ese vivir siempre en vilo pensando en nuestro porvenir, en qué puede pasar, qué futuro nos espera. Todo se quiere conseguir de la manera más fácil y si hay que luchar o algo sale mal, si hay que resolver contratiempos, contrariedades,... ya está el genio, el mal humor; nunca hay confianza en que el problema se va a resolver cuando siempre, lo primero que hay que hacer, es analizar la cuestión; trabajar tratando de sacar resultados positivos y después ponerse a defender la cuestión y si después de tratar de arreglarlo, no se ha tenido el resultado deseado, hay que olvidarse del tema y pensar que es una mata que no ha echado y seguir adelante, tratando de no volverse a lamentar sobre algo que no se ha conseguido y que no tiene solución (“Si lo que te preocupa o agobia tiene solución, para qué agobiarte y preocuparte y si no la tiene, para que´ agobiarte o preocuparte” -proverbio chino-).
El porvenir de todos los seres humanos desde que se nace está ya programado, te pongas como te pongas. Tendrás que andar tú ese camino que sólo tú vas a labrar, a luchar y a defender. No te queda más remedio que es tu solito salvar batallas con valor, con energía, con ganas de luchar, sin miedo de ninguna clase y sobre todo con fe, con confianza, con la seguridad de que el Dios que te ha hecho te programó y pensó que podrías resistirlo porque Él es el cimiento de tu vida, tu sombra, tu eres el mismo, no le falles y sigue adelante, no te deprimas. Hay muchas personas caídas en la depresión y es por eso, por la falta de confianza, por la falta de fe, por no mirar al cielo y decir:
“Padre, lo que quieras, quiero. Aquí me tienes, te responderé como Tú quieres hasta el fin de mi existencia, nunca más tendré miedo porque tú eres mi Padre y como tal me ayudarás siempre que te lo pida y si no lo concedes, me convenceré que ese deseo mío no me convendría. Padre procuraré hacer cosas durante mi existencia que te agraden para que esa obra maestra que has hecho en mí no sea falso y para ser un diamante en bruto renuncio a toda clase de vicios, disfrutar de todo lo que la naturaleza me ofrece vivir, la vida y divertirme, pero jamás enviciarme en nada para estar siempre consciente y sereno para sentirte y servir al prójimo con toda clase de honradez. Haz que lo que hay en nosotros muerto resucite para poder sembrar cosas buenas y que florezcan en los demás, porque eres un prado de flores".
Procura ser hermoso y bello y no un prado mustio; no camines por el desierto pudiendo elegir el camino de la luz, porque caminar en las tinieblas, andar en las sombras, cuando el camino de la luz es mucho más sencillo, más gozoso, aumenta la alegría y promete la felicidad eterna. Cambia tu forma de ver las cosas, cree en la palabras de Jesús, Él que ofrecía palabras renovadoras, palabras capaces de hace de vosotros hombres nuevos. Cristo es el centro de todos los corazones y conoce el misterio más íntimo de todas ellas, por eso hay que acercarse a la roca fuerte que es Jesús.
Un abrazo de tu amiga Paquita